Comprendiendo la Poderosa Sabiduría de El Señor de los Anillos | Tolkien Explicado (Cartas)

Описание: Viajamos a la Tierra Media para comprender una de las lecciones de sabiduría más profundas de toda la trilogía: el DESEO de poder. Y qué mejor forma que hacerlo a través de los textos del propio Tolkien (El Señor de los Anillos y sus cartas) y las películas de Peter Jackson.

De nuevo, un placer compartir esto con ustedes.

Toni

CAPÍTULOS:

0:00 - El Anillo
3:52 - Tom Bombadil
5:54 - Sauron y Saruman
9:16 - Boromir
11:23 - Faramir
14:26 - Galadriel
16:08 - Sam
17:35 - La grandeza de ESDLA

RESUMEN

En El Señor de los Anillos, personajes como Gandalf, Galadriel, Faramir y Aragorn enfrentan la tentación y eligen renunciar a ella. Gandalf rechaza el Anillo porque sabe que su deseo de hacer el bien lo convertiría en un tirano justo, peor incluso que Sauron. Galadriel, al enfrentarse a la posibilidad de reinar como una reina temida y venerada, también opta por la humildad. Boromir, por otro lado, sucumbe parcialmente, al creer que el poder podría usarse para salvar a su pueblo, mostrando que incluso las buenas intenciones pueden conducir a la corrupción.

Tom Bombadil es la excepción, inmune al Anillo porque no tiene deseo de dominio ni de posesión. Representa el extremo opuesto a figuras como Sauron y Saruman, quienes buscan imponer el orden perfecto a costa de la libertad, bajo la creencia de que el caos y el libre albedrío son errores que deben corregirse.

El peligro del Anillo no radica únicamente en su poder, sino en la necesidad de usarlo. Como señala Tom Shippey, cualquier intento de controlar este poder lleva inevitablemente a la tiranía y a la esclavitud de uno mismo. Esta tentación afecta incluso a los más humildes, como Sam, quien brevemente imagina un mundo ideal bajo su control, pero su amor por Frodo y su sentido común le permiten resistir.

Tolkien distingue entre dos formas de poder: el que se impone para dominar y el que se ofrece para servir. Aragorn encarna este último tipo, aceptando el reinado como un deber, no como un privilegio, y siendo reconocido por su pueblo. Esta es la diferencia esencial entre él y figuras como Sauron, Saruman y Boromir, que ven el poder como un medio para alcanzar la gloria o la perfección.

En última instancia, la obra de Tolkien no condena el poder en sí mismo, sino el deseo de ejercerlo. La grandeza de El Señor de los Anillos está en que es una historia de renuncia.

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