SUMI-E: PREPARACIÓN DE LA TINTA, CARGA Y MANEJO DEL PINCEL

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PREPARACION DE LA TINTA
El proceso de preparación de la tinta en el suzuri puede considerarse una práctica de meditación orientada a dejar la mente vacía y el corazón sereno. Son muchos los tratados antiguos en los que se hace mención a este estado del pintor, imprescindible y previo al acto de pintar. Tengamos en cuenta que la pintura debe brotar de forma espontánea desde lo más íntimo de su ser, por lo que cualquier pensamiento, inquietud o distracción que condicionen al pintor enturbiarán su trabajo. Aquietar el corazón, silenciar nuestra mente; esas son las principales funciones que cumplen sumi y suzuri con ayuda del agua.
Aunque en algunas pinturas de tinta chinas y japonesas podamos llegar a diferenciar esos seis e incluso más tonos, existen tres tonos básicos que son los que habitualmente se utilizan:
NOBOKU: de densidad cremosa, la tinta que hemos preparado en el suzuri debe presentar sobre un platillo de porcelana un tono oscuro profundo e intenso.
CHUBOKU: se trata de un gris medio. Para obtenerlo necesitamos hacer una mezcla con agua y la tinta obtenida en el suzuri.
TAMBOKU: se consigue añadiendo más agua a la mezcla anterior hasta conseguir un tono pálido de gris.

MANEJO DEL PINCEL
Con el pincel en posición vertical (sembyo) podemos crear líneas finas y delicadas, pero también trazos más amplios, expresivos y llenos de fuerza.
Si deseamos generar pinceladas largas y amplias podemos sujetar el pincel desde un poco más arriba.
Si lo que necesitamos es hacer trazos más contenidos, cortos y detallados, podemos bajar los dedos.
Con el pincel perpendicular sentirás como al irse descargando, la línea pasa de negro a gris de forma uniforme. También comprobarás que, a medida que se seca el pincel, el trazo es menos fluido, especialmente sobre un papel absorbente.
Con el pincel en posición oblicua (mokkotsu) los trazos pueden ser más anchos que antes (con el límite de la altura del mechón). Podemos probar a hacer trazos con el pincel más o menos tumbado y apreciar la diferencia. También podemos variar la inclinación en un mismo trazo.
Cuando tumbes el pincel notarás que el degradado de negro a gris se expresa no a lo largo de la pincelada como en el caso anterior, sino a lo ancho de ella. Los matices se expresan con mayor riqueza.
Mantén una actitud receptiva, recupera tu ingenuidad, experimenta con curiosidad y trabaja duro.
Estudia la técnica de los pintores antiguos, repite sus pinceladas, persevera, vuelve a repetir y no dejes de aprender. Y cuando, por fin creas que ya lo sabes todo, olvídate de lo que hayas aprendido y recupera la mente del principiante.
Inicia un camino de armonía y serenidad a través de la tinta, el agua y el pincel.