se pueden LIJAR los DISCOS de FRENO💥

Описание: Lijar los discos de freno es una práctica que muchos conductores consideran cuando sienten vibraciones, ruidos o notan que las balatas no asientan bien después de un cambio. En esencia, sí es posible lijar un disco, pero la clave está en cómo se hace y en qué casos realmente sirve. No es un procedimiento para reparar daños graves, sino para corregir problemas muy ligeros en la superficie del disco.

Cuando un disco presenta cristalización —una capa brillante como vidrio producida por exceso de calor— lijarlo puede ayudar a que la superficie vuelva a tener agarre. Esta cristalización impide que la balata “muerda” bien y genera frenado débil o ruidos metálicos. En estos casos, una lijada suave con lija fina puede devolverle textura al disco y mejorar el frenado sin necesidad de cambiarlo.

También puede funcionar cuando acabas de cambiar las balatas y sientes que no asientan de manera pare pareja. A veces las balatas nuevas tardan en adaptarse si los discos tienen zonas lisas o residuos antiguos. Una lijada muy ligera elimina restos y deja la superficie más uniforme, ayudando a que el frenado sea más estable desde los primeros kilómetros.

Sin embargo, es importante entender que lijar un disco no corrige deformaciones. Si el volante vibra al frenar, o si sientes pulsaciones en el pedal, el disco probablemente esté “alabeado”, es decir, torcido. Ninguna lija puede solucionar eso porque el problema no es superficial, sino estructural. En esos casos, el disco necesita rectificado profesional o directamente reemplazo.

Tampoco sirve lijar discos que ya tienen un desgaste profundo o surcos marcados. Un disco con grietas, ranuras o marcas profundas ha perdido material y resistencia. Quitarle más material con una lija solo lo debilitaría, y podría provocar fallas peligrosas en frenadas fuertes. Siempre que el daño sea evidente a simple vista, lijar deja de ser una opción segura.

El proceso de lijado debe ser uniforme y parejo. Si se hace mal, se crean zonas disparejas que afectan el frenado y generan más ruido que antes. Por eso es importante no usar herramientas agresivas ni lijas gruesas; se debe usar únicamente una lija fina en movimientos circulares y sin presionar demasiado. La idea no es rebajar el disco, sino matizar la superficie.

Otro punto importante es que, después de lijar, es necesario limpiar los discos con un desengrasante especial para frenos. Incluso un poco de polvo o grasa compromete el agarre de las balatas y puede producir ruido o poca potencia de frenado. Un disco lijado pero sucio frena peor que un disco sin lijar.